El reptado, o el arrastre, es el primer patrón básico de movimiento, y se lleva a cabo en contacto con el suelo, en posición ventral, elevando la cabeza y moviendo los brazos y piernas de forma contralateral en contacto continuo con el suelo.

Es un movimiento básico en el desarrollo neuromotor del niño, iniciándose alrededor de los 6-9 meses.
Debe considerarse el mayor logro en el área de la movilidad ya que, gracias a este movimiento, el bebé deja de ser dependiente del entorno para alcanzar objetos y buscar nuevos estímulos por si mismo.
Para realizar la estimulación de este patrón se suele poner de ejemplo a los lagartos o los cocodrilos.


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