Motricidad Fina

Cuando hablamos de motricidad fina, hacemos referencia al uso de los dedos en coordinación con los ojos para realizar una acción específica.

La motricidad fina requiere de la coordinación de huesos, músculos y tendones para llevar a cabo pequeños movimientos de gran precisión.


Para llevar a cabo estos pequeños movimientos de gran precisión, como escribir, pintar o recortar, es necesario haber madurado zonas amplias de nuestro cuerpo y que se hayan conectado diversas zonas de nuestro cerebro gracias al movimiento.

Para llegar a escribir, es necesario que los músculos del cuello, del hombro, del brazo, la muñeca y los dedos se hayan coordinado y que tengan adquirido el tono suficiente ya que, de lo contrario, el movimiento será impreciso.

Los huesos se deberían de haber calcificado lo suficiente para poder dar soporte a los músculos y tendones si queremos hacer el movimiento con precisión.



Trabajar y estimular la motricidad fina en la Etapa de Infantil ha de venir acompañado de un desarrollo global del cuerpo, donde los movimientos amplios de grandes zonas vayan dando paso al trabajo específico de las pequeñas.