Leyes de Maduración

El desarrollo de la elaboración del esquema corporal, sigue las Leyes de la maduración nerviosa:


El control y el equilibrio corporal se va consiguiendo de manera progresiva y descendente, desde la cabeza hasta los pies.
La maduración se realiza de forma equilibrada, armónica y sistemática.
Es por esto que los bebés son capaces de mantener la cabeza erguida antes que elevar su tronco cuando están boca abajo y de mover su espalda antes que ponerse a pie.



El control del movimiento se produce desde el eje central de nuestro cuerpo hacia la parte mas alejada, de tal forma que el niño controla antes los movimientos de los hombros o de las caderas que de los dedos de las manos o los pies.


Los músculos flexores y sus movimientos se desarrollan primero y tienen prioridad sobre los músculos extensores de todo el cuerpo
Cuando un bebé nace, su posición es de flexión total: posición fetal. Poco a poco, gracias a los estímulos que conllevarán una respuesta de movimiento, se irán tonifando estos músculos y sus antagonistas: los músculos extensores.
De esta forma, en la evolución del movimiento de un niño, antes será capaz de coger un objeto de forma voluntaria que de soltarlo.


Esta ley está relacionada con el movimiento y con el descubrimiento de los aprendizajes.
Los niños primero realizarán de forma voluntaria los movimientos amplios en los que intervendrán grandes grupos musculares que aquellos movimientos específicos en los que los protagonistas serían los músculos pequeños.