El desarrollo motriz está relacionado con la maduración del sistema nerviosos, con el crecimiento de los huesos, músculos y ligamentos y con el calibrado y desarrollo sensorial.
Conocer cuál es la evolución en el movimiento, y la repercusión que puede tener en el neurodesarrollo y en el aprendizaje, nos va a permitir que podamos conocer mejor al alumnado.
Desde el momento del nacimiento, el movimiento permite al bebé expresarse, comunicarse y relacionarse con el mundo.
Necesita los reflejos primitivos (primer estadio) para nacer y adaptarse a la vida.
Los patrones motores (segundo estadio) para desplazarse.
Lateralizar las funciones cerebrales (tercer estadio) para funcionar como unidad cognitiva y física.
Y por último, adquirir habilidades motrices específicas y organizarse en el espacio y en el tiempo (cuarto estadio) para establecer relaciones procedimentales y causales en cualquier campo.

En la construcción del movimiento es importante pasar por todas las etapas de forma correcta y ordenada, porque en cada fase el cerebro adquiere unas funciones que servirán de apoyo para otras posteriores más complejas.