El desarrollo de la lateralidad permite que se lleve a cabo el funcionamiento del cerebro como una unidad cognitiva a todos los niveles, teniendo su especial influencia en el rendimiento escolar.
De hecho, aquellos niños que no tienen una lateralidad definida como zurdos o diestros puros, pueden presentar múltiples dificultades que irán en detrimento de sus resultados académicos.
Algunas de estas dificultades pueden ser
- Lentitud de procesamiento y respuesta
- Problemas de lenguaje ( omisiones, sustituciones, rotaciones, inversiones de letras,…)
- Movimiento gráfico lento y entrecortado
- Espacios entre letras / palabras y /o espacios entre las líneas irregulares
- Mayúsculas a mitad de palabra
- Con cifras, puede darse escritura inversa e intercalar comas en un número complejo
- Dificultad para ubicar unidades, decenas, centenas
- Dificultad para aprender los días de la semana y horas del día
- Dificultad para aprender correctamente las restas con llevadas

Algunas características que se observan en el aula pueden ser:
- Cambio de mano frecuente: es posible que el alumno no haya terminado aun el proceso de ambidextrismo fisiológico (o que no tenga tono suficiente en los dedos, la mano, el brazo y el hombro)
- Escriben en espejo, no siendo consciente de ello
- Tardan mucho más que la media en terminar sus tareas y cuando lo hacen, no tienen una calidad acorde al tiempo empleado
- Rechazan la lectura o presentan dificultad lectora
- Cuando hacen trazos, presentan problemas de direccionalidad izquierda-derecha
- Pueden presentar síntomas similares a la dislexia
- Presentan una posición inadecuada frente al texto (se tumban sobre la mesa o tienen una postura «retorcida»)