La Voltereta

¿Por qué es tan importante que tu hijo aprenda a hacer la voltereta?

Porque la voltereta…

– influye en el control del movimiento de su cuerpo

– de la dimensión espacial

– la conciencia corporal

– el dominio del equilibrio

– la integración de circuitos

entre otros muchos ítems relacionados con el desarrollo neurológico y motor de su cuerpo.


¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los beneficios de que tu hijo aprenda a hacer la voltereta? 

Llevar a cabo el ejercicio de la voltereta es uno de los más importantes que los niños deben aprender en su infancia por varios motivos. 

Cuando los niños son capaces de sentir sus cuerpos, se sienten anclados al mundo, regulan sus estímulos internos y externos adecuadamente, mantienen el equilibrio de su cuerpo y pueden moverse de manera coordinada y concentrada para atender en clase. 

Es decir, solo así las demandas del entorno serán superadas con éxito gracias a nuestras habilidades y capacidades físicas y cognitivas


La importancia un juego a simple vista tan sencillo

Hacer la voltereta puede resultar una labor de lo más fácil para algunos niños, mientras que para otros puede suponer un reto complicado. 

Hay que tener paciencia y entender que cada niño tiene sus propios tiempos de aprendizaje.

A partir de los 3 o 4 años, se considera que es la edad ideal en la que el cuerpo del niño está preparado para llevar a cabo esta ‘acrobacia’, lo que no significa que si la aprende algo más tarde a esa edad se algo perjudicial para su desarrollo.

Ser capaz de realizar una voltereta es la meta final del control corporal y del espacio si durante los primeros años de vida se le ha ofrecido al cuerpo y al cerebro del niño los estímulos adecuados para integrar este movimiento en su día a día.


¿Qué hacer si no se atreve o no sabe hacer la voltereta?

Los niños entre los 3 y 6 años ya son capaces de saltar, correr, dar vueltas… pero todavía están aprendiendo a controlar su equilibrio, cuyo encargado de estimularlo es el sentido vestibular. 

Asimismo, cuanto más se incentive el movimiento, más oportunidades tendrá el niño de aprender a controlar los músculos de su cuerpo, por tanto, ¿qué debemos hacer si vemos que nuestro hijo no es capaz de hacer la voltereta? 

“Ir al principio de todo, proporcionándole esos estímulos tan poderosos a los que quizás no les dimos, o no les estamos dando, tanta importancia como merecían o merecen. 

Apagad la televisión y la consola, y poneros manos a la obra. 

Salid al parque o al campo y animarle a moverse. 

Montarlo en columpios, balancearlo con los brazos y motivarle a hacer la croqueta por el pasillo de casa. 

No debes frenar sus ganas de explorar sus propios límites, aunque tengamos la sensación que va a terminar mareado. 

Haced un masaje por todo su cuerpo antes de dormir para aumentar su conciencia corporal. 

Y pasad ratos en el suelo de casa, que conozca y asimile esta superficie; cuanto más tiempo pase descalzo, más sensaciones irá adquiriendo su cuerpo.

Al igual que es importante el movimiento, también lo es que el niño aprenda a mantenerse quieto en ‘no movimiento’. 

Esto requiere que todos los músculos operen en conjunto y, en consecuencia, logre el llamado control postural maduro, es decir, el momento exacto en el que será el niño tenga un control total del equilibrio.



    Deja una respuesta

    Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

    Logo de WordPress.com

    Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

    Foto de Facebook

    Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

    Conectando a %s